He aquí un maravilloso poema de la poeta norteamericana
Marianne Moore y la traducción que he hecho al español-no encontré ninguna de este poema-. Espero no haberme equivocado mucho y a ver si lo disfrutais.
wade
through black jade.
Of the crow-blue mussel-shells, one keeps
adjusting the ash-heaps;
opening and shutting itself like
an
injured fan.
The barnacles which encrust the side
of the wave, cannot hide
there for the submerged shafts of the
sun,
split like spun
glass, move themselves with spotlight swiftness
into the crevices—
in and out, illuminating
the
turquoise sea
of bodies. The water drives a wedge
of iron through the iron edge
of the cliff; whereupon the stars,
pink
rice-grains, ink-
bespattered jelly fish, crabs like green
lilies, and submarine
toadstools, slide each on the other.
All
external
marks of abuse are present on this
defiant edifice—
all the physical features of
ac-
cident—lack
of cornice, dynamite grooves, burns, and
hatchet strokes, these things stand
out on it; the chasm-side is
dead.
Repeated
evidence has proved that it can live
on what can not revive
its youth. The sea grows old in it.
camina
a través del jade negro.
Del azul del cuervo y de las conchas de los mejillones, sigue
adaptando los montones de ceniza;
abriéndose y cerrándose
como
un
abanico roto.
Los percebes que incrustan el costado
de la ola, no pueden esconder
los sumergidos rayos de
sol,
quebrados como cristal
torneado, se mueven con la rapidez de los focos
entre las grietas de las rocas-
dentro y fuera, iluminando
el
azul turquesa
de los cuerpos. El agua estampa un muro
de acero sobre el borde de acero
del acantilado; donde las estrellas,
granos de arroz
rosas, medusas
salpicadas de tinta, cangrejos como lirios
verdes, y hongos
submarinos, resbalan unos sobre otros.
Todas
las marcas
externas del maltrato están presentes en este
edificio desafiante-
todas las características físicas del
accidente- la ausencia
de cornisas, los agujeros de la dinamita, las quemaduras y
los golpes del hacha, estas cosas
destacan en él; el borde del abismo está
muerto.
La repetida
evidencia ha probado que puede subsistir
de lo que no puede revivir
su juventud. Con esto el mar se hace viejo.