- Oh, Monelle, ¿pero tú no tenías miedo a las tinieblas?
- Ya no les tengo miedo- dijo.
- Oh, Monelle, ¿pero no tenías miedo al frío, como si fuese la mano de un muerto?
- Ya no tengo miedo al frío- dijo.
- Y estás aquí, completamente sola, siendo una niña, antes solías llorar cuando estabas sola.
- Ya no estoy sola- dijo- porque estoy esperando.
- Oh, Monelle, ¿a quién esperas, durmiendo encogida en este lugar oscuro?
- No lo sé- dijo,- pero espero. Y estoy sola con mi espera.
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