Un año y medio después de ver la película de William Wyler, leo la magnífica novela de John Fowles, El Coleccionista, que acaba de reeditar la editorial Sextopiso. El personaje es un psicópata frustrado, reprimido e incapaz de hacerse un hueco en el mundo. Solo obtiene el placer cazando mariposas y coleccionándolas.
Así, secuestra un día a Miranda, una joven preciosa que le obsesiona y a la que desea poseer, y lo acaba consiguiendo, de la única forma que conoce.
El libro está estructurada en dos partes: la primera, narrada desde el punto de vista del secuestrador, y la segunda, en forma de diario de Miranda. Es una historia, por tanto, en la que no hay buenos ni malos, no está muy claro lo que significa fuera y dentro, y se acaba comprendiendo al psicópata e incluso a la chica, cuando reconoce sentirse agradecida hacia él, perdonarle y comprenderle. Ella se convierte en una de sus mariposas que, encerrada, sin agua y sin aire, acaba marchitándose y enfermando.
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