Por momentos Martha Marcy May Marlene se hace tan larga como su título. La primera mitad sorprende y agrada, pero resulta que la segunda mitad es igual, y esas escenas que al principio resultaban hermosas, con buena fotografía y muy cuidadas, ahora ya cansan. Por enésima vez vemos a Elizabeth Olsen (ella está genial, por cierto) durmiendo en su cama, y así varias escenas que pueden durar varios minutos.
Por lo demás, me ha gustado. La idea me encanta, aunque se podría haber desarrollo muho mejor y haberle sacado más partido. Buena fotografía, banda sonora, pocos diálogos pero cuidados... ese cine que ahora está tan de moda y que a mí personalmente me gusta mucho. Más que una película con una trama, es más bien una sucesión de imágenes y sensaciones agradables, un cine que se saborea. Sin embargo la película carece de ritmo y a la mitad se estanca. En cualquier caso, se disfruta.
Ví la película antes de leer Foxfire, de Joyce Carol Oates, que ya comenté el otro día. La verdad es que se parecen bastante en algo, ambas tratan sobre un grupo de personas sin un lugar definido en el mundo que se juntan para tener algo propio, algo que las identifique y que las proteja y les haga sentirse útiles. Para ello tienen que renunciar a todo tipo de cosas, hasta a su propio cuerpo, y compartirlo con los demás miembros del grupo. Todos son uno.
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